En los últimos años hemos experimentado grandes cambios en la modalidad de trabajo y en cómo vemos la productividad, desde una mirada acorde a la salud de las personas. Y es que estos cambios se venían gestando desde hace años, pero debido a los acontecimientos mundiales, hemos tenido que experimentarlos de forma acelerada. Incluso a los expertos se les ha dificultado encontrar la fórmula definitiva para mejorar aspectos de la vida laboral, que tengan en cuenta un cuidado integral del bienestar y a la vez logren alcanzar objetivos de productividad y eficiencia en términos de economía, otro aspecto que parece fluctuar constantemente en estos tiempos.

Una discusión constante en el mundo laboral es cuál de las modalidades de trabajo es realmente la mejor, que garantice los puntos que mencionamos anteriormente y además sea implementada de forma eficaz, permitiendo que los colaboradores se adapten ¿Es el teletrabajo la solución o debemos volver 100% a la presencialidad? ¿El sistema híbrido es realmente la mejor opción? ¿Quizás realmente lo que necesitamos en integrar y aprender a adaptarnos de acuerdo a las características necesidades y posibilidades de cada persona?

La respuesta también está en cada individuo, por falta de gestión personal (como carecer de disciplina) y/o por la carga de trabajo que se le otorga. En ambos casos y según la realidad de cada persona, podemos aprender diversos tips que nos ayuden a mejorar la productividad, considerando el bienestar personal como algo fundamental.

Pequeños cambios y mejor productividad

Ser poco productivos puede incluso afectar la autoestima, ya que produce una constante sensación de no estar cumpliendo con los objetivos personales y laborales, lo que también puede llevar a la productividad tóxica, esa sensación de nunca ser suficiente, estar en constante presión por ser productivos y creer que debemos trabajar más horas para lograrlo.

Por el contrario, la productividad saludable es aquella que se realiza con eficiencia y sin desmedro de nuestra vida personal y tiempo libre, algo que puedes lograr con estos consejos:

1

Organiza tu jornada antes de que comience

Parece algo muy básico y simple, y sí, en realidad es algo muy simple, pero que muchas personas olvidan y comienzan su día sin una planificación adecuada, así que te recomendamos dos tipos de planificación: la semanal y la diaria. Es importante saber de antemano nuestra ruta de acción, porque alivia la carga mental que suele ser fuente de estrés.

2

No caigas en la multitarea

También llamado popularmente con el término multitasking, es muy común durante la jornada laboral y se trata de realizar más de una tarea al mismo tiempo, por ejemplo, hablar por teléfono mientras se está redactando un correo. El problema de la multitarea es que además de saturar y cansar más rápido al cerebro, disminuye la calidad del resultado final. La ciencia ha comprobado que el ser humano no puede realizar de forma eficiente dos tareas a la vez. Por ello, te recomendamos designar bloques de tiempo para cada una, según su prioridad.

3

Ten microdescansos

Además de tu descanso regular de noche, para mantenerte enfocado y no perder la concentración, es necesario dar pequeños descansos al cerebro, al menos cada 25 minutos. Pueden ser descansos de 5 a 15 minutos. Algunas actividades recomendadas son caminar, realizar estiramientos y meditar. Evita estar todo tu descanso en el teléfono.

4

Regula tu tiempo en el teléfono

Lamentablemente la adicción al celular se ha vuelto un gran problema para la eficiencia laboral. Según varios estudios, los adultos pasan alrededor de 5 horas en el teléfono al día, de hecho, un estudio llamado «Digital 2023: Global Overview Report» publicado por DataReportal, indica una una alarmante cifra de 6 horas y 37 minutos en promedio.

5

Aplica el autoconocimiento

Existen varios métodos y técnicas para mantener la concentración y ser más eficientes, algunos contradictorios entre sí. Por ello, es importante saber qué es lo que te funciona de forma individual y conocer los mejores horarios para cada tarea, de acuerdo a cómo reacciona tu mente en diversos tiempos del día.

6

Mejorar el entorno

Tener un lugar adecuado para trabajar u estudiar es fundamental para la productividad, por ejemplo, el desorden suele desconcentrar, ya que tu mente estará pensando que debe ordenarlo. Los colores demasiado cálidos y fuertes tienden a ser distractores, a diferencia de los colores fríos como la gama de los celestes y el clásico blanco, la luz también debe ser lo suficientemente clara para no cansar tu vista y la habitación debe contar con una buena ventilación. El mobiliario es importante tanto en lo estético como en la comodidad, ya que debes procurar contar con una silla cómoda y ergonómica, una mesa con buena altura y otros elementos que prevengan dolores y molestias físicas durante tu jornada.

7

Coloca atención a la salud mental

La baja productividad puede ser un síntoma de un deterioro en la salud mental, es importante que acudas a un especialista si tu concentración es demasiado baja o te sientes desanimado/a la mayor parte del tiempo. Recuerda que tu salud mental es prioridad.
Share This